Mª Eugenia Bozal (Rest. Urepel): «En este sector no sólo damos de comer, hacemos felices a las personas»
Desde que Mª Eugenia Bozal se hiciese cargo, en diciembre de 2015, del restaurante Urepel, toda una referencia en la gastronomía donostiarra que cerró sus puertas en mayo de 2012, el establecimiento vive un momento de dinamismo y renovación («El primer reto fue quitar el velo del antiguo Urepel»), consolidándose nuevamente como uno de los restaurantes a tener en cuenta por los aficionados a comer fuera de casa.
Mª Eugenia Bozal, que también regenta el Restaurante La Muralla, es una de las pocas empresarias que no es cocinera sino que proviene de otros sectores profesionales lo que le ha dado una perspectiva diferente sobre el negocio de la restauración, que le permitido sortear la crisis económica de los años pasados de una manera sobresaliente, tanto que le ha permitido hacerse con las riendas del Restaurante Urepel.

El comedor principal del Restaurane Urepel. (Foto: TG).
Las directrices que guían el trabajo de Mª Eugenia Bozal son la transparencia, la satisfacción del cliente («Las estrellas son algo que nos lo tienen que poner los clientes todos los días y en cada mesa») y una buena gestión del equipo humano («Lo que más me ha costado de la gestión del restaurante es el equipo humano»).
Antes de dedicarse al negocio de la hostelería Mª Eugenia Bozal, que se define como «muy justa pero también muy exigente», fue decoradora, una de sus pasiones que todavía mantiene, se licenció en Derecho cuando ya tenía a los hijos criados, y ha estado comprometida con el mundo de la moda.
Tres detalles importantes a tener en cuenta en el Restaurante Urepel. Uno, el agua y el pan son gratis. Dos, sus menús están adaptados pare celiacos y personas con alergias. Tres, si el cliente no se acaba el plato se lo ponen en un tupper para que se lo lleve.
Mª Eugenia Bozal: «El primer reto fue quitar el velo del antiguo Urepel»
«Creo que es muy importante la transparencia, que las cosas se vean»
«Los clientes saben a dónde vienen»
«Tenemos una oferta adaptada a todo tipo de clientes»
«El primer reto fue quitar el velo del antiguo Urepel»
«No me planteé en ningún momento cambiar el nombre del restaurante»
«El espíritu de la anterior gestión sigue aquí, pero ahora lo hacemos a nuestra manera»
«Nuestra gran reto es que el cliente que venga a Urepel tenga en cuenta que las cosas cambian»
«En este restaurante no vas a volumen, vas más al detalle»
Eugenia Bozal: «En este sector no sólo damos de comer, hacemos felices a las personas»
«A nivel de negocio la crisis económica en La Muralla no la viví con la intensidad que, quizás, se vivió en otros establecimientos; porque cuando comenzó la crisis nosotros buscamos otro flujo de trabajo que era el de internacionalizar y el de ajustar precios»
«La gestión empresarial de un restaurante es muy importante en todo»
«Lo que más me ha costado de la gestión del restaurante es el equipo humano»
«Lo primero que hay que tener con el equipo humano es paciencia»
«En este sector no sólo damos de comer, hacemos felices a las personas, tenemos la obligación de que disfruten, porque no van a pagar sólo por alimentarse, van a pagar por disfrutar, porque les atendamos muy bien»
«Lo fundamental de las personas que estén trabajando conmigo es que sean sinceros y transparentes. Muy complicado»
«Hay que conocer a las personas con las que trabajas, que respeten unas normas y cumplir con lo que se promete»
«Las estrellas son algo que nos lo tienen que poner los clientes todos los días y en cada mesa»
«Me gusta ir a restaurantes de mujeres que tienen estrellas Michelin y es un descubrimiento»
Mª Eugenia Bozal: «Me irrita que se hagan críticas injustas o con mala leche»
«Nosotros manejamos todo con harina de maíz. La harina estaba muy poco presente en nuestros platos»
«El producto base siempre es local»
«El plato no me tiene que gustar a mí sino que le tiene que gustar al cliente»
«Aquí el trabajo se hace en equipo»
«El pan es un acompañamiento imprescindible que se necesita para comer»
«Me emociona que cuando ha habido mucho trabajo, a veces incluso mucha tensión, para crear un plato, que el cliente me diga que está estupendo»
«Me irrita que se hagan críticas injustas o con mala leche»
«Intento ser muy justa pero también muy exigente»
«Hay que seguir trabajando para que todos los clientes se vayan satisfechos»