Entre las distintas manifestaciones que anuncian la llegada de la Navidad está, desde hace unos años, la edición de un nuevo libro de cocina del ya mítico cocinero Karlos Arguiñano (Beasain, Gipuzkoa, 1948). Para acabar este nefasto 2017 Arguiñano pone en el mercado ‘La alegría de cocinar’.
Este es el cuarto libro que el cocinero guipuzcoano edita con Planeta. Antes fueron: ‘En familia’, ‘A mi manera’ y ‘Sabores de siempre’, y todos ellos han tenido un importante éxitos de ventas. Puede asegurarse que este no les irá a al zaga.
En esta oportunidad Arguiñano presenta 153 platos y técnicas básicas de cocina con la intención, en sus propias palabras, de “enseñar a los que no saben y convertir en grandes cocineros a quienes dominan el arte culinario”.
El popular cocinero (todo un caso de estudio en el mundo de la comunicación audiovisual que, sin duda, lo han convertido en el cocinero más influyente en la historia de la cocina española –hay que olvidarse de los Adrià y compañía por muy buenos e importantes que hayan sido) no se complica la vida y no se la enreda a sus lectores; presenta recetas sin grandes dificultades, elaboradas con productos del mercado (o que se tienen habitualmente en casa) y que se cocinan en un poco tiempo. Una sopa de pescado, un risotto de setas, una lubina con patatas panadera, un pollo a la cerveza negra y un bizcocho de plátano son algunas de las elaboraciones que propone el cocinero guipuzcoano.
Por los demás, ‘La alegría de cocinar’ no ofrece grandes sorpresas. En todo caso sí hay que destacar el buen número de fotos que aparecen en la presentación de las técnicas básicas. Como todo libro de lujo y de regalo que se precie, y este es un ejemplo de ello, las fotos que acompañan a las recetas son puro ‘food porn’ y, eso sí, su manejabilidad en la cocina tiende a cero.