El chef Albert Adrià fue galardonado ayer lunes, 14 de diciembre de 2020, con el Premi Nacional de Gastronomía por la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició.
El reconocimiento a una de las caras más visibles que tuvo El Bulli ha sido recibido con sabor agridulce ya que el trofeo llega en un año en el que todos sus restaurantes permanecen cerrados por la pandemia y su principal creación ha sido una colaboración para comercializar un turrón de patata frita.
Adrià, que ha sido uno de los principales rostros de la gastronomía catalana y parte de El Bulli junto a su hermano Ferran, actualmente dirige siete restaurantes y una pastelería.
Entre ellos destacan Tickets, Enigma, Hoja Santa y Pakta, que cuentan cada uno de ellos con una estrella Michelin.
No obstante, los locales permanecen cerrados a consecuencia de la pandemia desde que bajaron la persiana al inicio de la pandemia, en marzo, más allá del fin de las restricciones sobre la hostelería.
Adrià ha detallado recientemente que prepara un libro de recetas a consecuencia del impacto que la reclusión en los domicilios por la pandemia ha tenido en la cocina.
La iniciativa llega algo más tarde que la de otros de sus compañeros de gremio, que aprovecharon el impacto para compensar el cierre de negocios con la venta de ejemplares.
«Muy agradecido y con sentimientos contradictorios, porque no son tiempos de premios». Así es como se mostraba Albert Adrià esta tarde, en el momento de recibir el Premi Nacional de Gastronomia 2020 que otorga la Acadèmia Catalana de Gastronomia i Nutrició.
Ha sido en un acto muy restringido a causa de la pandemia, celebrado en la Llotja de Mar en colaboración con la Cambra de Comerç de Barcelona.
La entrega de este galardón se ha desarrollado poco antes de que en Madrid arrancase la gala en que anunció el nuevo reparto de estrellas de la Guía Michelin.
Dado el mismo día en el que el santoral católico celebra a San Juan de la Cruz.