Los relegados del éxito de la gastronomía se han cansado y se han alzado al grito de la Revolución en la sala, el movimiento que quiera poner en valor el trabajo de los profesionales que trabajan fuera de la cocina: de los camareros, a los sumilleres; de los maitres a los bartenders, pasando por , jefes de sala, baristas, maestros cerveceros, mixólogos,…
Esta Revolución en la sala está promovida y liderada por Amyce, la Asociación de Maîtres y Camareros de España. Y es que lo que se quiere poner en valor es el trabajo de los profesionales de sala, ya que, aunque muchos no lo crean o no se den cuenta, todas los profesionales de un establecimiento hostelero influyen para que un cliente disfrute mejor de la experiencia de la visita
La Revolución en la sala nace como respuesta a una necesidad del mercado, que demanda nuevos profesionales de sala para los nuevos modelos de restauración. En este sentido, los responsables de esta iniciativa lo que quieren, también, es atraer a los jóvenes, que estos vuelvan a tener “ilusión por ser camarero”, ya que un profesional de la sala no es sólo una persona que lleva bandejas de un lado a otro, sino que, también, transporta felicidad y lo que vende son sueños y experiencias.
Los promotores de esta iniciativa han querido dejar claro que «el movimiento nace como respuesta a una necesidad del mercado que demanda nuevos profesionales de sala para los modelos actuales de restauración». Una de las pretensiones de Revolución en la sala es lograr que la cocina y la sala se vean como un equipo unido en el que hay que dar valor a cada una de las funciones que se realizan, ya que, al final, todos son del mismo equipo.
Entre los profesionales que apoyan la Revolución en la sala se encuentran Abel Valverde, jefe de sala de Santceloni; Cristina de la Calle, Sumiller de Etxeko del chef Martín Berasategui; Juan Antonio Medina, Jefe de cocina de A’Barra; Carlos Moreno, Mixologo y Head Bartender de Grupo Larrumba y Raúl Muñoz, Sumiller del restaurante Chirón, entre otros muchos.