¿Ha llegado el momento de que el consumidor se rebele cuando encuentra, compra y paga religiosamente por jamón que no es jamón, zumo que no es zumo o descuentos con trampa…?
En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) piensan que sí y por ello ha puesto a disposición de quien lo desee una herramienta para amplificar su voz. Ayer martes lanzó una iniciativa para identificar mentiras y publicidades engañosas en materia de consumo que puedan perjudicar al usuario, quien está llamado a difundirlas con el hashtag #NoCuela.
#NoCuela es una campaña para proteger a los consumidores y alertarles ante posibles reclamos falsos o engañosos relacionadas con el consumo. La OCU advierte de que estas prácticas, aunque no siempre sean malintencionadas, pueden ser peligrosas y hasta dañinas para el usuario.
Estos son algunos de los bulos que la OCU ya detectó y difundió:
Zumos que son néctares
La OCU denunció a través de otra campaña denominada #EtiquetasTrampas que algunos fabricantes, entre ellos marcas conocidas como Granini o Don Simón, vendían sus productos como zumos cuando en realidad se trataba de néctares. La diferencia es relevante: a diferencia del zumo, solo la mitad del contenido de los néctares es fruta. El restante 50% es agua con azúcar. La clave, recomienda la organización, es fijarse en la letra pequeña.
Pero me temo que usted y yo sabemos que no la leerá.
Descuentos con letra pequeña
La semana pasada, la OCU alertó de que la campaña promocional de Carrefour Operación descuento no es tan clara como debería. Con esta iniciativa la cadena asegura que se pueden conseguir rebajas de hasta un 80% en más de 10.000 productos, con un 10% de descuento garantizado. La organización de consumidores advierte de que no se trata de un descuento directo, sino de un vale que podrá ser usado en las dos semanas siguientes en otra compra. Por otro lado, denuncia que los productos sujetos a rebaja están marcados para que sean identificables, pero que el cliente no conocerá el importe del descuento hasta llegar a la caja. Porque el porcentaje está marcado en el código de barras de una tarjeta que el consumidor recibe al entrar al supermercado, pero que no contiene información acerca de la rebaja de la cual se va a beneficiar.
Estrategias de marketing lo llaman.
El ‘york’ que se hace pasar por jamón
En su campaña #EtiquetasTrampas, la OCU alerta de que lo que el consumidor se encuentra en el súper con la denominación York no es jamón, sino otras carnes de cerdo elaboradas de la misma manera, pero con piezas porcinas menos nobles.
Más que ‘York’ debieran llamarle ‘Pekín’ o ‘Caracas’, por dar ideass.
Leche especial para mayores de 50
En agosto, la OCU denunció que Central Lechera Asturiana sacara a la venta un producto dirigido a un segmento concreto de población: los mayores de 50. El reclamo aseguraba que esta leche especial aportaba todos los nutrientes necesarios para el cuidado de aquellas personas que habían superado el medio siglo. La organización explica que no hace falta tomar alimentos enriquecidos siempre y cuando se siga una dieta correcta, independientemente de la edad, y señala que este producto es un 30% más caro en comparación con la leche desnatada de la misma marca comprada en el mismo establecimiento.
Y es que estos listos creen saber que los maduros o los viejos son tontos, o muy tontos. Hay que esperar que quienes hay ideado esta campaña no lleguen a viejos…
Pota disfrazada de calamar
¿Pota y anillas de calamar son lo mismo? No, y por eso son engañosas algunas denominaciones que se pueden encontrar en el supermercado. Se trata de un producto parecido, pero la pota es otro tipo de molusco, más grande y más duro, explica la OCU. Por eso, añade, pasan por un procesado con agua y fosfatos para hacerlos más tiernos y tienen un precio inferior al calamar.
Muchas personas cuando van a la mar y notan como el barco se mueve acostubran a echar la pota. Pues aquí lo mismo.