Nosotros, aquí, en Europa, todavía estamos en invierno, pero en Japón, que van muy avanzados, ya están en primavera. Así como suena.
Y es que en Japón ya han celebrado el rito que celebra el paso del invierno a la primavera y que tiene por nombre Setsubun, que viene a significar algo así como ‘División entre estaciones del año’.
Y lo celebraron el 2 de febrero y esto se está publicando el 22 de febrero, así que no me digáis que nuestros admirados japoneses no nos llevan ventaja.
Un inciso, esta celebración suele llevarse a cabo generalmente el 3 de febrero, pero este año de 2021 lo han adelantado al 2 del mismo mes. Esto sí que es tener ganas de que llegue el buen tiempo y florezcan los almendros.
Y ¿por qué aparece por aquí una celebración como el Setsubun? Pues porque como en muchos ritos de paso aquí la comida juega un papel muy importante.
Hay tres ritos básicos en este tiempo de cambio; El Mamemaki (豆まき), el ‘Ehōmaki’ (恵方巻き) y comer sardinas.
El primero es un rito de purificación que comenzó a celebrarse en el siglo XIV, en el periodo Muromachi que consiste en lanzar semillas; y esto no nos interesa especialmente para lo que aquí tratamos.
Al final del día del Setsubun se acostumbra a cenar el Ehōmaki o ‘Maki de la direccion de la suerte’.
Se trata de un maki el cual hay que comerlo de una vez, mirando en la dirección de la suerte, que cada año es diferente y depende del signo con el que empiece el año nuevo chino.

Ya estamos en primavera y con este pelo.
Sobre el origen del ehōmaki existen varias teorías; que si los comerciantes de Osaka lo comían para tener suerte o que un samurai lo comió en el setsubun antes de una batalla y ganó.
La receta tradicional de este maki la forman alimentos que representan los colores de los siete Dioses de la fortuna, estos son: Pepino, anguila, shitake, zahanoria, datemaki (una tortilla japonesa), tofu y calabaza.
Actualmente se lel puede añadir lo que se quiera pero respetando los colores.
Finalmente, otra tradición menos conocida del setsubun es comer sardinas porque según las leyendas, los Oni (demonios) odian el olor de las sardinas –no es de extrañar.
Dado el 22 de la séptima semana del Año del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo del dos mil y veintiuno años.
Vale.