Esta receta de Lumaconi con sesos a la mantequilla negra y trufa no la vas a hacer ni de coña, te pongas como te pongas.
Cuatro razones por las que no la vas a hacer. Una: no vas a encontrar lumaconi (aquí puedes saber qué tipo de pasta es) en la tienda de tu barrio –si eres de eso que antes se llamaba despectivamente ‘de provincias’ (cosas de los tontitos capitalinos). Eso sí, siempre puedes comprarlos por internet, pero ¿te merece la pena?.
Dos. ¿mantequilla negra?. Tienes el colesterol y los triglicéridos en un punto de ebullición tal que si te metes entre pecho y espalda algo de mantequilla te van a poner un régimen que vas a llorar. Y por encima negra.
Tres. Sobre la trufa mejor no decir nada, porque ya lo hemos dicho aquí y aquí. Y si te vas a gastar un pasta chuta en trufa… bueno, tu mismo.
Cuatro. Piensa seriamente si te gustan los sesos.
Entonces, ¿por qué esta receta? Pues porque estamos a la búsqueda del manantial de la noche y esto sirve (si es que sirve) para el posicionamiento y blablablá.
Estos Lumaconi con sesos a la mantequilla negra y trufa son creación del chef Javi Estevez, ya sabes, ese que apareció en Masterchef y ahora reina en el mundo de la cocina de casquería (con permiso de TAL).
Para empezar a hacer esta receta que tiene cantidades como para que coman cinco personas tienes que cocer la pasta (20 unidades) en agua hirviendo hasta que esté en su punto óptimo. No debe quedar demasiado al dente. La reservas.
Cocina diez (10) sesos de cordero blanqueados en mantequilla clarificada (100 grs.). Añade el vinagre (10 grs.), las alcaparras (20 grs.) y el estragón y por último 150 grs. de jugo de cordero (otra razón por la que no vas a hacer esta receta, porque no te vas a poner a hacer jugo de cordero a estas alturas de la vida). Lo dejas todo reducir como si fueses un caníbal –al fin y al cabo te vas a comer unos sesos.
Dejar enfriar, cortar a la mitad y rellenar uno a uno los lumaconi.
Cuando has hecho todo eso y está acordándote de tu madre por haberte metido en este fregado (si es que has sido tan insensato y has llegado hasta aquí), calientas en el horno con cuidado de que no se rompan y terminas con trufa, un poco de salsa y los brotes de perejil.

¿Lo has entendido?.
Y todo ello mientras escuchas el War Requiem de Benjamin Britten dirigido por Gianandrea Noseda al mado de la London Symphony Orchestra.