Los fusilli son originarios de la parte central y septentrional de Italia y deben su nombre al huso (en italiano, fuso) en torno al cual se enrollaba la lana.
Fusilli, es esa pasta con forma helicoidal, generalmente de cuatro centímetros de largo y que se presenta, a veces, con muchos colorines.
El fusilli es casi idéntico a otras pastas denominadas rotini. Son similares ya que ambas tienen forma helicoidal pero el rotini es más grande y delgado que el fusilli.
Se elabora en diferentes colores, mediante la adición de frutas o verduras en la pasta, por ejemplo si se le añade zanahoria se pone anaranjada, con espinaca adquiere un verde oscuro…
Y como es verano, prepararlas en ensalada es como un vicio; fáciles de hacer y, lo que es mejor, que gustan a todo el mundo (incluso al tikismikis de la familia).
Ingredientes:
350 gr de Fusilli Barilla
200 gr de mortadela
2 calabacines
4 zanahorias
100 gr de tomates cherry
100 gr de guisantes
100 gr de queso
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra Una pizca de plantas aromáticas
Preparación:
Poner a hervir una olla grande de agua. Una vez hirviendo, agregar sal (aproximadamente 7 gramos por litro) y cocinar los fusilli durante el tiempo indicado en el paquete.
Mientras la pasta se está cocinando, cortar las zanahorias y los calabacines en pequeñas tiras. Cocinarlos en otra olla de agua hirviendo, junto con los guisantes.
Cortar los tomates cherry en cuartos y reservar. Una vez que las verduras estén cocidas, escurrirlas y empaparlas en agua helada.
Cortar la mortadela y el queso en dados pequeños.
Escurrir cuidadosamente los fusilli. Echar un poco de aceite de oliva virgen extra, y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Una vez frío, mezclar con las zanahorias, calabacines y guisantes. Añadir la mortadela, los cubos de queso, los tomates cherry y algunas plantas aromáticas.
Sazonar al gusto y servir a temperatura ambiente.