Albóndiga de hongos con crema de pimentón de La Vera es un pequeño bocado, prácticamente un pintxo, que el joven cocinero José Luis Rodríguez, que ejerce su oficio en el restaurante Corregidor de Cáceres, estuvo ofreciendo en el stand de la Diputación de Cáceres en la última edición de San Sebastián Gastronomika.
Esta Albóndiga de hongos con crema de pimentón de La Vera es una receta que ,como se puede apreciar sólo por el nombre, rinde culto, como dicen los clásicos, a la temporalidad, con los hongos (y con las lluvias del mes de noviembre de 2019 están saliendo hasta en los parque y jardines de las ciudades); y la producto local con el Pimentón de La Vera.
Para hacer las albóndigas de hongos vamos a necesitar tres ingredientes; cebolla, aceite y, sí lo has adivinado, hongos.
Lo sofreímos todo tranquilamente y cuando veamos que ya está listo (esto es el ojo del cocinero), lo retiramos de la sartén.
Después se hace un bola y se congela. La razón de congelarlo es que esta albóndiga se puede deshacer, a diferencia de las de carne.
Como vas a tener tiempo más que de sobra hasta que se congele la albóndiga (o almóndiga, que también la acepta la RAE, aunque es una palabra en desuso, dicen), lo mejor es que te hagas con ‘Poniente’ de Alber Vázquez y le eches una buena lectura. Espóiler (o, mejor aún Destripe): va de la vuelta al mundo protagonizada por Juan Sebastián Elcano. Y acaba bien.
Y cuando vayas a querer comer esas albóndigas, entonces haces la salsa. Aquí vamos a necesitar pimiento rojo, mucho, pero mucho, mucho; cebolla y pimentón de La Vera, que no deja de ser un pimiento ahumado y que va a ser, justamente, ese toque a humo a la salsa.
Cuando todo está bien pochado y con un bonito color rojo, la pasas o bien por la batidora o bien por el colador. Dependiendo del purismo que lleves en esto de la cocina.
Vale, ahora, con la salsa ya hecha, sacas las albóndigas del congelador (ese que de vez en cuando hay que descongelar), las rebozas y fries ‘as usual’ (es que estoy aprendiendo inglés y me han dicho que practique). Y listo.
Sé que ya te habrás dado cuenta, pero este es un pintxo vegetariano.
Y todo ello mientras suena de fondo Bill Evans: The east end.